Viaje a la gastronomía francesa
Desde 2010 la gastronomía francesa aparece en el patrimonio cultural inmaterial de la Unesco. Ofrece una gran variedad de colores y de sabores. Un breve recorrido culinario por las regiones de Francia.
ENTRADA: CHARCUTERÍA O ENSALADAS
Paté lorrain o rillettes de Le Mans: para comenzar una comida, la charcutería francesa tiene sus imperdibles. El foie gras, un manjar refinado proveniente de Aquitania se acompaña de Sauternes, aquel suave vino blanco de la viña bordelesa. Para una entrada más liviana, la ensalada nizarda retoma los productos típicos del Mediterráneo: tomates, pimentones, anchoas, aceite de oliva...
PLATO PRINCIPAL: CARNES O PESCADOS SEGÚN LAS REGIONES
Como plato principal, la gran cantidad de preparaciones de la carne ilustran la variedad de regiones francesas. En el chucrut, el cerdo es cocinado con la col, la papa y el vino blanco de Alsacia. El cassoulet del suroeste combina los frijoles blancos con trozos de pato o cerdo. Dos suculentas recetas que requieren una cocción larga... ¡y una buena siesta después de comer!
El importante frente de mar francés explica la presencia del pescado y de los mariscos en la gastronomía: ostras de Bretaña o de Aquitania, el lenguado a la molinera tan apetecido por Luis XIV, o la bullabesa de Marsella.
QUESO: ¡UNO PARA CADA DÍA!
Imposible hacer un listado de todos los quesos franceses: el país que tiene la fama de contar con mínimo 365... El camembert de Normandía o el roquefort del Aveyron cuentan entre los más conocidos.
POSTRE: REPOSTERÍA PARA TODOS LOS GUSTOS
De postre, el saint-Honoré, con una corona de crema Chantilly, o el Ópera, un entremés de café y chocolate, son muestras del fino arte de la repostería francesa. Otras recetas provienen de la tradición popular, como la crep bretona o el poumpet, especialidad del sur del Tarn en una base de hojaldre.