María Eduarda, ecuatoriana, 24 años, realizó sus estudios universitarios en Francia y trabaja actualmente en la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencias, Tecnología e innovación (SENESCYT). Conoció la lengua francesa a partir de los 3 años cuando comenzó el kínder en el colegio La Condamine y desde entonces la habla y se transformó en su segunda lengua de comunicación.
Como ha aprendido el francés?
Empecé a conocer el francés cuando tenía 3 años en el Liceo franco-ecuatoriano La Condamine. Tuve la suerte de estudiar en algunos liceos franceses en América Latina y en Europa. Obtuve mi Bachillerato, especialidad literatura, en Rusia. Luego, me fui a la ciudad de Poitiers para empezar mis estudios superiores en Clases preparatorias a las Grandes Escuelas (CPGE) y después realicé mi licencia en Lenguas Extranjeras Aplicadas, lo cual me permitió al final, realizar un primer año de Maestría “Estudios Latinoamericanos” en el Instituto de los Altos Estudios de América Latina (París 3 Sorbonne-Nouvelle).
El francés sigue ocupando un lugar de importancia en su vida personal o profesional?
El francés representa para mí una gran ventaja en mi vida profesional porque este idioma me permitió trabajar en proyectos de interés internacional dentro del gobierno ecuatoriano. En la actualidad, trabajo en la SENESCYT gestionando un programa de becas, que permita reforzar la cooperación académica con Francia. Ya que he realizado toda mi educación en francés, pienso que es un idioma que estructura mi razonamiento en todas las situaciones y es ahora mi segundo idioma de comunicación.
Cuáles son sus futuros proyectos?
Ahora estoy empezando un nuevo proyecto de investigación sobre la internacionalización de la educación. Gracias a mi propia experiencia como estudiante internacional en Francia, tuve la suerte de vivir los fenómenos de movilidad humana, cambio cultural y globalización, los cuales son muy interesantes para poder analizarlos a una escala de mayor amplitud. En este contexto, la plataforma France Alumni va a transformarse en una excelente herramienta para que todas las generaciones de estudiantes extranjeros que han realizado sus estudios en Francia puedan encontrarse de nuevo y participar en un intercambio cultural y profesional enriquecido. Finalmente, pienso tambien regresar a Francia para terminar mi Maestría.